La amistad es
un vínculo que puede traernos grandes satisfacciones y alegrías al tener la
posibilidad de compartir experiencias, emociones, ideas y hasta proyectos
conjuntos. Entre amigos es posible el
apoyo, la ternura, la solidaridad, la confianza el respaldo, el aprecio y muchos
otros sentimientos que hacen la vida más cordial. Sin embargo, cuando no
entendemos el verdadero significado de la amistad y no sabemos manejarla ni
cuidar de ella, pueden llegar las decepciones y las peleas que en muchas
ocasiones deterioran las relaciones con los amigos hasta el punto de
acabarlas.
Las amistades profundas no se cimientan solo en la
simpatía, es decir en tener gustos parecidos o como se dice comúnmente “caerse
bien”. Es la empatía, o la capacidad de ponerse en los zapatos del otro, lo que
realmente sostiene una buena amistad. Esto significa poder comprender las
tristezas y dificultades de nuestro amigo y acompañarlo en sus alegrías. Aunque
en general las amistades nacen de compartir intereses conjuntos y en muchas
ocasiones buscamos amigos que sean como nosotros, lo que potencializa la
amistad es el entender que el otro puede ser distinto y que es posible tener
tantos puntos de divergencia como de acuerdo.
Un compromiso verdadero con los amigos implica también
cultivar constantemente la relación de amistad, pues esta no nace de la nada ni
es mantenida por el azar. Para crear y renovar una amistad donde haya
crecimiento y satisfacción es necesario invertir tiempo, estar al tanto del
otro y mantener distintos canales de comunicación. No todos los amigos
comparten de la misma forma, ni se comunican igual. Hay algunos que sin
necesidad de verse constantemente conservan lazos fuertes. Para otros el
encuentro permanente es algo fundamental. En cualquiera de estos casos las
relaciones de amistad requieren
ser cuidadas y estimuladas. Las amistades que se basan tan solo en el interés
del momento, difícilmente llegaran a ser duraderas.
Las amistades pueden enfriarse y depende de cada quien
avivarlas. No hay que esperar que el otro llame, aparezca o actué para
responder. Muchas veces las personas se alejan por motivos coyunturales y la
mano de un amigo en el momento oportuno puede ser de gran alivio.
“Un barco frágil de papel,
parece a veces la amistad
pero jamás puede con él
la más violenta tempestad
porque ese barco de papel,
tiene aferrado a su timón
por capitán y timonel:
un corazón.”
No hay comentarios:
Publicar un comentario